Empresas papeleras y aguacateras son propietarias de buena porción del suelo de Salento, en el departamento del Quindío. Su actividad se lleva a cabo en las partes altas de la cordillera central de Colombia, donde nacen los ríos más importantes de la región, lo que está amenazando seriamente el acceso al agua de los habitantes del Quindío y el norte del Valle del Cauca.
Además, este accionar pone en riesgo el santuario de la Palma de Cera, el árbol nacional de Colombia. Además,Salento ya no es de los Salentinos. En temporada alta puede haber 28 turstas por cada habitante del municipio que según cifras oficiales tiene 7000 habitantes. Deterioro en carreteras, en infraestructura, problemas de acceso al agua y sobretodo desplazamiento de la población son algunas de las más graves consecuencias que deja el turismo desordenado en uno de los pueblos más históricos de Colombia.




















